El árbol de mis sueños


El árbol de mis sueños

Mi sueño es grande, como el mar.

 Es de tamaño tan sobrecogedor, que ni si quiera yo, lo conozco a fondo.

 Mi sueño, no es uno, sino que son varios.

Mis sueños juntos hacen un gran, gran sueño, porque al final, nacen de la misma persona, de mi, y por consiguiente de las mismas ilusiones.

 Mi sueño, podría contemplarse como un árbol. Un lindo árbol verde, lleno de vida. Cada ramita del árbol constituyendo uno de mis varios sueños.

Yo siempre expreso mis pensamientos sin filtro, algunos comentan que me paso de la raya, otros me motivan a seguir, otros se mantienen neutrales; pero yo, yo sigo, porque una de las ramitas del árbol de mi gran sueño, es la libertad de expresión. Debo recalcar, que la libertad de expresión va enlazada con la ética y la moral, si no es así, la persona debería de limpiar su consciencia antes de hablar o  renunciar a la idea de expresar sus pensamientos o intenciones, que podrían por esa misma razón, incitar dolor– en todas sus tonalidades–.

Mi sueño suele navegar por mundos desconocidos, mundos paralelos y de realidades deslumbrantes, más no imposibles para la nuestra. He soñado muchas veces que llegará el día en donde no habrá tal situación como la extrema pobreza. Sueño que vendrán personas muy buenas, con mucho dinero, y lo regalarán casi todo porque tendrán claro que sólo necesitan un poco para vivir contentos, porque el resto de la felicidad no está en lo material, sino en lo sentimental. También sueño que construirán muchísimos colegios, con los mejores profesores, y la mejor educación para los que nunca si quiera soñaron en tenerla y veían sus futuros como inciertos y difíciles.

Sueño que la discriminación cesará, y evolucionará a una admiración por lo distinto, por valorar al otro y compartir nuestras particularidades para aprender, y con ese aprendizaje unirnos bajo los mismos cimientos, los del amor. Y así creceremos juntos como ciudadanos del mundo, no de un país con fronteras imaginarias. Las fronteras, no son más que una cartografía de líneas dibujadas; dibujadas por primera vez por algún cartógrafo, alrededor de los años 1500s.

Sueño también que todos los dictadores del mundo, serán secuestrados por extraterrestres, y se volverán cuestión de análisis para ellos. Yo confío en que hay vida en otros planetas, en otras galaxias lejanas y desconocidas. Por otro lado, considero que la vida extraterrestre, está mucho más desarrollada que la nuestra, y me avergüenza si quiera pensar en lo que deben de opinar de la cantidad de vileza y crueldad que reparten los dictadores, la corrupción, y situaciones sin dignidad por el estilo que oprimen gran parte de nuestro planeta Tierra. ¿Han visto la cantidad de personas desnutridas, con enfermedades, lesionadas, heridas, taciturnas, a los que estos crueles seres les han robado el alma?  No entiendo, les juro que no entiendo. No puedo entender la maldad, porque no tiene explicación alguna en el ámbito de lo racional.

Otra ramita del árbol de mis sueños es poder hacer algo para cumplirlos. Repito sin cansancio, que los sueños de nada sirven si permanecen en la mente: se esfuman como el tiempo, quedan como  pensamientos efímeros, lejanos. Hay que realizar nuestros sueños. Hay que vivirlos, palparlos.

Yo no sé mucho de números, tampoco de ciencias, pero sé de actualidad, y entiendo por qué pasan muchas de las cosas. Interpreto a personajes de antaño, inexistentes ya, en situaciones cotidianas. Un ejemplo, podría ser, la creciente gama de políticos de polos opuestos. Ya sean de izquierda o de derecha, brotan hoy por coyunturas económicas y sociales desniveladas, o por ganas de hurtar países riquísimos y bienaventurados. Lo vimos en la segunda guerra, lo vimos en la partición de India cuando se fueron los británicos, lo vimos en la guerra fría,  lo vimos en los sesentas en Cuba, lo vimos en los noventas en Venezuela, lo vimos y lo seguimos viendo ahora, porque la historia, tiende a repetirse. Es como si el mundo fuese una marioneta de un ser superior, y que como disco rayado, repite la misma calaña de show.

Entonces, mi sueño, es algún día, lograr una plataforma suficientemente grande como para que todos, especialmente los más necesitados puedan informarse de la realidad y no dejarse engañar. Quiero darle voz a los que no la tienen, quiero ser periodista porque quiero ayudar. Quiero que los que no pueden, puedan. Y ¿cómo? Informándose, aprendiendo, desarrollando una opinión. Quiero que el mundo sea un mundo más amable, y si puedo agregar mi granito de arena, pues por qué no.

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